Todas las cualidades mencionadas —la veracidad y la sinceridad, la responsabilidad, el no ser Moiísta, la cortesía y la madurez para enfrentarse a los problemas— son básicas para evitar muchas de las dificultades que afligen a la mayoría de los matrimonios. Son igualmente importantes, necesarias, y practicables aún para los que no crean en Dios como para los que estén plenamente dedicados a Él.
Aclara explícitamente, lo que significa la castidad para el matrimonio, exhortando al Management de los apetitos sexuales y la preservación de su íntima y espiritual expresión solamente para la pareja casada.
Después de fortalecer su deseo de progreso espiritual e iniciar dicho progreso en forma common a través de estas prácticas, el próximo paso es meditar sobre su propia vida y conducta y escoger una o dos metas específicas; es decir, comportamientos concretos que desea alcanzar en su vida. Es mejor que cada meta sea claramente medible, para que pueda evaluar su propio progreso. También debe ser algo que con esfuerzo pueda realizar, no un best inalcanzable.
Por eso, desde ahora debe pensar en cómo quiere reaccionar y qué quiere hacer cuando le lleguen estos momentos de prueba. No basta con pensar que sería bonito esperar hasta que esté casado para tener plenas relaciones sexuales; ni decirse: “Quisiera cumplir con esta ley”: o “Trataré de hacerlo”. Toda decisión de este tipo es débil y puede ser vencida en la hora de prueba o tentación.
Para lograr un matrimonio feliz, ante todo es necesario comprender los ideales y el propósito del matrimonio y, saber las prácticas concretas que contribuyen a la felicidad del hogar.
Si esta pareja llega a casarse, demasiado a menudo un motivo principal es la atracción y relación sexual que ya comparte, más bien que la profunda convicción mutua de que ambos posean las cualidades espirituales necesarias para un matrimonio feliz.
Esta norma tan elevada es muy distinta de ‘las prácticas comunes de hoy en día, especialmente en el noviazgo. Porque el noviazgo en el sentido precise generalmente incluye la expresión frecuente de la atracción sexual, a ‘través de los besos y caricias.
Sin embargo, para poder dar amor y vida, es necesario que usted también se sienta lleno de vida y que tenga respeto y amor por sí mismo. Porque nadie puede dar lo que no tiene. Por eso, es importante realizar actividades que le gustan y que le hacen sentirse realizado y, también tratarse a sí mismo, con amor y consideración, de tal forma de que se siente bien consigo mismo, feliz y lleno de vida. Además es esencial darse cuenta que la calidad de su vida y el grado de su felicidad no han de depender de su cónyuge, sino que en realidad dependen de usted mismo, de sus propios pensamientos y acciones.
Sin embargo, cuando estas personas son esposos y el amor que los dos tengan para Dios sea profundo, entonces ese amor y atracción espiritual tiene el efecto de colmar y multiplicar su amor humano, llenándoles del máximo amor y felicidad que se puede experimentar en el matrimonio, Declara ‘Abdu’l-Bahá:
Las leyes son distintas. La obediencia a ellas ha de ser absoluta. No hay ningún término medio. Con respecto a cada ley, uno o la cumple o la quebranta. No puede cumplirla a medias. Las leyes Bahá’ís mencionadas en este libro son:
Así, puede desprenderse más de sus propios sentimientos y reacciones, comprender mejor a la otra persona y actuar de una forma que será de mayor beneficio para los dos. En vez de ser preso de sus propias reacciones, logra la libertad para escoger qué acción tomar.
Muchas veces estos defectos no son lo suficientemente graves para estorbar demasiado nuestras relaciones con el mundo en normal. Pero en el matrimonio resaltan más, puesto que los esposos conviven continuamente en una estrecha relación emocional y individual. Debido a eso las acciones de cada uno tienden a afectar al otro y provocarle emociones positivas o negativas. Asimismo, las asperezas o peculiaridades en la personalidad de cada uno tienen mayor oportunidad de rozar contra las asperezas eu newsroom rapid en la personalidad del otro, generando fricciones.
Una foundation fundamental del matrimonio ha de ser la unidad y la armonía entre esposo y esposa. Cuando éstas no existan, le conviene a cada cónyuge esforzarse con determinación, a través de la oración, la consulta, la comprensión y el amor, para gradualmente establecer estas cualidades básicas en su matrimonio.
“Sed como dos pájaros canoros posados en las ramas más altas del árbol de la vida, llenando el aire con canciones de amor y éxtasis.